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Descripción archivística
F. Díaz Con objetos digitales
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monte que estamos considerando.

La cima del monte puede ser perfectamente recorrida toda ella, pues subiendo por el peñasco del Pepino á la Chimenea (hay dos, pero solo funciona una) hay un camino junto á las bóvedas, cuyo camino se une junto á la piedra del Molino con la carretera que conduce al faro, resultando un agreste y bonito paseo.

Desde la vertiente occidental del monte del faro se extiende la costa de Poniente. Comienza esta en el Gachero, con un puentecito en miniatura, hecho también con escoria de la fábrica, que se llama Puerto Piojo y que está formado en su parte N. por una escollera, al s. por un derrumbadero de gachas vertidas, y al E. por el muro de contención de la fábrica, urbanizado, que conduce al gachero, teniendo su boda de entrada al O. , frente á cuya entrada hay un pequeño muelle, y una ó dos escalas de embarque en la escollera. Es un puertecito utilísimo para los pescadores que en él guarecen sus barcos, y utilizan como varadero la lengua que al S. le limita formada por las gachas. El recodo que forma el monte con la playa, donde ahora está situado el puerto Piojo, siempre se ha llamado Rincón de la Isla.

Desde el gachero corre en dirección O. una hermosísima y limpia playa, llamada de la Isla, si bien para baños no es, ni con mucho tan segura como la de la bahía; y así lo prueba la lista de ahogados que anualmente va casi siempre aumentando. Esto no obstante, es una magnífica playa, que constituye un hermoso y frecuentado paseo, y que se puede considerar como dependencia veraniega de Mazarrón, tanto por ser la que se utilizan para sus baños de mar los mazarroneros que no se trasladan al Puerto y se limi-

Fotografía 43: Vista general desde la Chimenea. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,1 x 10,8 cm.
Fotografía 44: La fábrica desde la piedra del Molino. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,8 x 6,3 cm.
Fotografía 45. Vista general desde la Chimenea. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 8,1 x 6,2 cm.
Fotografía 46: Vista desde la Chimenea. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 5,8 x 6,3 cm.
Fotografía 47: Junto al peñasco del Pepino. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,1 x 10,1 cm.

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ni aun eclesiásticamente, con el Puerto, sino directamente con Mazarrón. Al pié de la Pava hay una noria moderna de las salinas.

El cabezo ó punta del Castellar, masa volcánica relativamente grande, limita á Poniente la playa de Nares, comenzando el bol y playa á que da nombre, también hermosa y limpia, y con casas de mazarroneros, entre ellas Villa - la Purísima, con oratorio, propidad del que fué inolvidable párroco de San Antonio de Mazarrón Don Celestino Sangenís y Paibrado. Aun más al O., en pleno arenal de la playa (que forma el llamado bol de la playa), se encuentra un curioso y pequeño espacio donde se crían unas notables flores, semejantes á la azucena y al nardo, de fragante olor, y que, además de criarse solo en ese pequeño rodalito, no viven al ser trasplantadas ni aun á terrenos más á propósito que un arenal tan inculto? como en el que se crían y tan desprovisto de vegetación por lo demás, dando esto fundamento á la tradición de la aparición de la Santísima Virgen en este sitio en el siglo XVIII para ahuyentar á los piratas berberiscos que habían hecho un desembarco, brotando esas flores, en que tan extrañas particularidades vemos todos, aun en el día, en el sitio en que se posaros aquellas sacrosantas huellas. Este misterioso plantel ha sido el límite occidental de mis paseos por tierra, pues solo embarcado he visto los sitios que siguen al O., que son: el Bolnuevo, cueva de Lobos en la parte en que la alta sierra de las Moreras se moja en el mar, Pelea, Calaleño, Fondón, Cobaticas, Parazuelos, Calnegre, etc, y que, aunque pintorescos, según referencias, solo he visto desde el mar en excursiones marítimas. A la altura del Castellar terminan las salinas hacia el O., lo cual indica que es bajo todo este terreno que linda con esta costa occidental. Se pesca mucho en todos estos boles, que forman la llamada Marina de Mazarrón.

Tomando ahora la costa hacia Levante, á partir del Monte del Faro (ó del Puerto, pues con los dos nombres se conoce) nos encontramos después de la cala del Pié del faro, con una costa que, conservando casi sin interrupción el carácter de playa, tiende á elevarse y á formar natural murallón. Ya indiqué que en esta parte y á la falda N. del monte del Faro ó del Puerto, está edificada la población, de la que después me ocuparé con el consiguiente detenimiento, limitándome ahora á tratar de esta costa. Desde la punta del Faro has-

Fotografía 60: El gachero bajo el peñasco del Pepino. 1917. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,5 cm.
Fotografía 61: El gachero y la Isla de Adentro, con el Freo?. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6 x 10,5 cm.
Fotografía 62: El gachero. 1918. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6 x 10,7 cm.

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...es que tengo un indudable arraigo en esta población, donde mi familia ha representado siempre el elemento aristocrático de más elevado abolengo, manifiestamente intemperante con los elementos elevados de la nada por las circunstancias de la fortuna (á que tanto se prestan las comarcas como esta, viven principalmente de la industria minera y sus derivaciones), pero siempre afanosa por hacer cuanto beneficio le ha sido posible á su alrededor, como lo indica el respeto que toda mi familia ha inspirado siempre, y el gratísimo recuerdo que de todos sus miembros se conserva hoy día, á pesar de que el tiempo todo lo borra, siendo aun citados con grande y respetuoso afecto los nombres de mis abuelos, tíos y madre.

Era oriunda de Mazarrón la familia de mi abuela materna (Doña Rosa Ruíz y Heredia), cuyos hermanos eran Don Eusebio, político de ideas liberales que falleció el año 1850; Don Juan, abogado, magistrado, diputado á Cortes y gobernador de varias provincias, que falleció el 1853; y Doña María Jesús, casa con Dos Santos Vidal Abarca, también mazarronero; muriendo los tres sin sucesión; y en Mazarrón tenía esta familia importantes bienes raíces y urbanos. La familia de mi abuelo, (Don Agustín Juan y Maurandy) era de origen valenciano, pero por circunstancias no...

Fotografía 5: Vista del faro y sus dependencias (1922). Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,8 x 10,6 cm.
Fotografía 6: En la puerta del faro (1921). Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,3 cm.
Fotografía 7: El faro (1917). Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 10,8 x 6,3 cm.
Fotografía 8: Gasógeno del faro. Firmado a mano por F. Soroa . Tamaño: 10,7 x 6,3 cm.
Fotografía 9: En la puerta del faro (1922). Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,7 x 10,3 cm.

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bien conocidas por mí, pasó á vivir á Cartagena con mis bisbauelos Don Agustín Juan y Poveda, ilustre botánico muy concoido por sus estudios en la ciencia de Linneo en la que hizo sabios trabajos, y Doña Catalina Maurandy Psprio de Moscoso, que á su ilustre abolengo unía gran talento y aficiones ventajosas á la Literatura. En Cartagena nació mi abuelo y sus hermanas Doña Bernarda y Doña Cecilia, que murieron solteras y los tres de avanzada edad; trasladándose á Mazarrón á principios del siglo XIX; y casados allí mis dos abuelos maternos, allí nacieron mi tía Adela, mi tío Agustín y mi madre; y aunque viveron de nuevo varios años en Cartagena (donde mi madre se casó), pasaban grandes y frecuentes temporadas en Mazarrón y en el Puerto; y sobre todo, el año 1867 trasladaron definitivamente su residencia á Mazarrón hasta el 1888, en que, muerta mi abuela, se fué á vivir mi tía Adela á Murcia con mi madre y conmigo, que á la sazón morábamos allí, pero continuando siempre (y hasta la fecha por mí) las temporadas veraniegas en el Puerto en la hermosísima casa que allí se poseía, y que es hoy de mi propiedad por disposición testamentaria de mi tía Adela, que falleció en Murcia el año 1907. Dedicose á la industria mi abuelo Don Agustín, montando fábricas de alún, con éxito desastroso para sus intereses, pues casi todos los perdió, viéndose obligado á vivir con los bienes de la familia de su esposa, pero su caballerosidad, su bondad y su beneficencia no solo le hicieron poder confesar en una célebre quintilla que escribió y que al morir apareció, ignorada por su viuda y por sus hijos, entre sus papeles más confidenciales:

«Has sido noble, leal,
Cariñoso, servicial;
Mas ¡ay, pobre Agustinico!
No has sabido hacerte rico;
¡Eres todo un animal!»

(quintilla que conservo yo en mi archivo), sino que motivaron hacerle queridísimo de los mazarroneros, y siendo varias veces alcalde, y conservándose aun su...

Fotografía 10: Inmediaciones del faro (1920). Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 7,2 x 5,8 cm.
Fotografía 11: Terraza del faro (1919). Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,1x 10,8 cm.
Fotografía 12:Visita de la bahía desde el faro. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6 x 10,4 cm
Fotografía 13: Vista del golfo desde el faro. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,2 x 4,7 cm.

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recuerdo muy vivo en este pueblo, á pesar de haber muerto el 23 de Mayo de 1883, siendo su entierro una manifestación de duelo tal como no se ha visto ni se ha vuelto á ver en Mazarrón, según dicen los que asistieron á él. Mis tías Bernarda y Cecilia, siguieron habitando su casa de Mazarrón hasta la muerte de la primera, ocurrida el año 1891, en cuya fecha se fué mi tía Cecilia á Murcia á vivir con mi tía Adela.

Además, mi padre, de ilustre solar vargongado?, nació en Cartagena, y fué diputado á Cortes por esta ciudad y senador por la provincia de Murcia, habiendo además desempeñado en dos ocasiones la Comandancia General del arsenal de Cartagena, siendo muy grande su influencia política en y sobre Mazarrón; y solo á su muerte, acaecida el año 1885, fué cuando brotó en el Puerto la hegemonía de la Compañía Metalúrgica, de que luego hablaremos. Fueron muchos los favores que hizo por esta comarca y por sus habitantes, como bien se recuerda todavía.

He hecho todo este historial para hacer er mi arraigo en el Puerto, y que, si bien no soy natural de este, tampoco soy un extraño, y por tanto, poseo elementos para hacer mi juicio crítico de esta población, en la que, sumando todas las temporadas que en ella he residido hasta la fecha (31 de Octubre de 1922) he vivido más 10 años, días más ó menos. Y teniendo además presente que he alternado y tratado en el Puerto siempre y por igual á ricos que á pobres, á las personas más distinguidas de la localidad que á las de clase inferior; y más aún habiendo sido en mi niñez y juventud mis compañeros de juegos y aventuras con preferencia chicos de las clases inferiores (por multitud de circunstancias, entre ellas tal vez la fundamental, la intransigencia hierática con que mi familia ha mantenido siempre en este pueblo el principio aristocrático puro contra los elementos levantados de la nada, nuevos ricos, que decimos ahora, y que daba preferencia al pobre sobre esa clase media pretenciosa, que es la que domina hoy en el Puerto), resultando por esto que conozco al dedillo, dentro de lo humano, la manera de ser y la idiosincrasia particular de este pequeño mundo; y por eso creo pertinente y curioso hacer este estudio, con la posible frialdad é imparcialidad, y juzgando con el conocimiento de causa que se desprende del historial anteriormente expuesto; y siempre teniendo presente que mi cariño hacia este Puerto, donde no he nacido, pero que considero como mi verdadera patria chica, es grande, muy...

Fotografía 14: Vista desde la terraza del faro. 1922. Firmada a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,1 x 10,8 cm.
Fotografía 15: Vista del monte desde el faro. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,2 x 10,2 cm.
Fotografía 16: El monte desde el faro. Firmada a mano por F. Díaz. Tamaño: 7,5 x 5,8 cm.

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-ta el cabo de la Azohía se extiende la magnífica bahía de Mazarrón, amplia, hermosísima, segura y abrigada, menos para los vientos entre el ¿? y el S., y de condiciones tan buenas, que es actualmente estación naval, visitadísima por torpederos y submarinos. Solamente se conocen en ella tres bajos ó escollos: el de Adentro en el centro del puerto; el de Afuera, algo alejado de la punta del Faro; y el de Ballesta en la parte oriental de la bahía (que debe su nombre á su descubridor, el prestigioso oficial de la Armada y actual ayudante de Marina de este puerto Don Gregorio Fernández Ballesta); y solo existe un islote ó peñasco dividido en tres trozos, llamado la Galerica y que limita al fondeadero al N.E. á partir desde el cabezo del Faro. La ensenada se extiende hasta la punta del Rigüete.

Toda la playa del Puerto es magnífica y aunque la abundancia de algas primero y de absinas? ó guijarros hacia el Rigüete depsués la hacen mucho menos limpia que las playas de la costa occidental, es mucho más segura para los bañistas que pueden graduar cómodamente la profundidad del agua para sumergirse, habiendo solo en la parte utilizada paa baños una vorágine in holla perfectamente fijada y que se va cegando y numerosos secos, verdaderos escollos, donde se crían las algas, próximos á la playa. No sería desdeñada esta por poblaciones de moda para el verano. La tendencia á elevarse en muralón el terreno, indicada antes, en sentido paralelo á la playa, que se inició en la parte más inmediata al monte del Faro (la Muralla) y que después se interrumpe, se desarrolla en plena población y forma el monte del Hotel (donde está edificado el del ingeniero director de la Compañía Metalúrgica) que por fin baja en rampa hacia la punta del Rigüete; y bajo este murallón se esfuma el poblado, como lo indica la casilla de consumos; dando esta parte origen al primer bol oriental de pesca, que se llama bol del Rigüete, estando cubierta de guijarros este trozo de playa, y continuando estos hasta la Playa Negra ó del Griego lo que hace más desagrada-

Fotografía 63: El gachero. 1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,2 x 10,7 cm.
Fotografía 64: El gachero. 1917. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 10,7 x 6,3 cm.
Fotografía 65: El gachero. 1918. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,2 x 10,5 cm.
Fotografía 66: El gachero y la Cabeza del Animal. 1918. Tamaño: 6,3 x 10,8 cm.

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-ros por la Compañía Metalúrgica, con excelente resultado. Hay también en el Puerto tres fotografías, una en la droguería de Gómiz, otra de Enrique Baena en el domicilio de su madre la maestra de niñas, y una tercera de un operario de la fábrica en la calle de la Cruz. José María Espinosa vende en la calle de la Corredera material eléctrico y hace instalaciones.

Ya indiqué que el Mercado ó plaza de Abastos está en la calle Nueva con vistas al muelle y á un pequeño callejón lateral; está regularmente surtida, si bien los carniceros matan solo cordero, siendo una grata y rara excepción el sacrificio de alguna res vacuna. Ya hablé de las dos fuentes que surten al vecindario, iguales las dos, y situada una en la plaza de la Iglesia, y la otra en la de la Fuente de abajo; el agua no es del todo agradable, y se cotiza á 5 céntimos la carga de cuatro cántaros, pero en las casas mejores (y en el monte del Faro para los torreros) hay algibes, siendo el de la mía el más grande, en proporción con la casa.

Fuera de las tabernas, tiendas y café de Ballesta ó del Sol, solo hay tres sitios de reunión, verdaderas sociedades, incluyendo en este número el Pósito Pescador, de carácter humanitario y filantrópico, que tiene casa propia con altos y fachadas en la calle Mayor y en la playa; y además de sus fines de unión para la defensa de los intereses de los pescadores (teniendo además en el local un curioso Museo Marítimo con buenos modelos y ejemplares, y una incipiente enfermería ú hospital) se reúnen estos; dándose también en el mismo edificio enseñanza elemental á los hijos de los pescadores en una especie de escuela bastante bien arreglada y surtida por el personal dependiente de la Capitanía de puerto; dato que olvidé hacer constar al ocuparme de la instrucción pública del Puerto.

El círculo La Peña está establecido en el paseo de Cánovas del Castillo en una casa con altos; en el primer piso, ó sea en los bajos, tiene billar y mesas de tertulia y servicio de ca-

Fotografía 122: Estación del ferrocarril. 1917. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,1 x 10,8 cm.
Fotografía 123: Ferrocarril y cuartelillo de la Guardia Civil. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,3 x 10,9 cm.
Fotografía 124: Vía férrea. 1921. Firmado a mano por F. Cervantes. Tamaño: 4,7 x 10,8 cm.
Fotografía 125: Camino de las salinas. 1922. Firmado a mano por F. Cervantes. Tamaño: 6 x 10,1 cm.

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halla emplazada á unos dos kilómetros al interior en una vertiente de la sierra; es de hierro y tiene su entrada al nivel del suelo, de modo que, suprimido el descenso por pozo de las minas, que tan desagradable es, más parece soberbia gruta natural que rica mina; junto á ella está emplazada la estación superior del cable aérea. La Caleta y la mina ESTIGIA son el límite de mis excursiones por la costa oriental, pues ¿? aun por más he costeado esta parte. Nada conozco del cabo de la Azohía, límite e. de la bahía, se parado del monte del Faro por una distancia de tres leguas, y que solo he doblado en los dos viages (sic) que he hecho por mar á Cartagena.

Respecto á la parte N. ó de tierra, poco hay que decir. Al N.O. de la población y separado de ella por saladares, está el monte Gitano, en cuya parte más baja, hacia el E., hay una torre circular llamada Torre Vieja ó del Gitano, bastante bien conservada, pero no de tanta antigüedad como se cree, pues no es anterior al siglo XVI y forma parte del sistema de defensas empleado entonces en las costas contra las invasiones de los piratas berberiscos, y es semejante á una que hay en el cabo de la Azohía á Levante y otra en el Bolnuevo á Poniente, si bien estas son cuadradas, habiendo existido también otra en el actual emplazamiento del faro antes de la construcción é instalación de este. El monte Gitano, en cuya falda al S. O. tienen su origen las salinas, es completamente arcilloso y neptúnico, y está circundado hacia el o. por la vía férrea del Puerto á Mazarrón, hacia el N.O. por la carretera de Mazarrón, y al N. por un camino vecinal que conduce al cementerio nuevo, en el comienzo de cuyo camino hay un grupo de hermosas palmeras, que dan entrada á la finca que Don Francisco Javier Hernández Izquierdo posee en la parte N.O, de este monte, con una casa en su cumbre, desde donde se disfruta de hermosos panoramas. La ladera S. del monte Gitano forma el barrio de las Cuevas, donde vive bastante gente, unas en cuevas, como verdaderos trogloditas, y otras en casas más ó menos pobres.

El cementerio, al N. y bastante alejado en proporción del monte Gitano, es bastante bueno y de moderna construcción. Hay buenos enterramientos, y los panteones de las familias de Gómez (el mejor y más elegante de todos), Soler, Yúfera, Roth y García Caparrós. Limítrofe a él hay un pequeño cementerio protestante. Faltan capilla y depósito de cadáveres. También se puede ir al cementerio por la carretera...

Fotografía 74: Cala del Vino. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6 x 10,4 cm.
Fotografía 75: Cala del Vino 1920. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,9 x 10,6 cm.
Fotografía 76: El gachero desde el mar. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,3 x 10,8 cm.

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calles afluentes á la de Cartagena, carecen de importancia, siendo solo dignas de mención la del Ángel, bastante ancha y donde está el edificio de las Escuelas Graduadas y dos casas con altos, y la de Manuel Lobo, donde tiene su casa (y admite en ella huéspedes) este poeta, tan poco conocido inapreciado en el Puerto, cuya calle termina en las afueras en la era del Repistón, donde hay una casa de campo y se despiden de ordinario los entierros. Más al E. de esta era está el pequeño huerto llamado de Isidro casi junto al cementerio viejo. En la plaza de la Iglesia, donde hay una fuente pública rodeada de verja, está la casa de los señores Zamora Vivancos, muy grande, aunque en bajo, con una verja en su parte delantera, y formando un recodo con ella está la iglesia parroquial, dedicada á San José, qué paso a describir, no obstante su nulo mérito artístico.

En la iglesia de pequeñas dimensiones y consta de dos naves, pues se han ido poco á poco construyendo capillas en su parte oriental; y aunque no ofrece nada de particular, pregona el celo y esfuerzo de los párrocos, en particular del actual Don José Antonio Guerrero, que ha logrado transformar interior y exteriormente la iglesia, todo lo que la pequeña del local y los recursos recaudados le han permitido. La imagen del titular se halla en un camarín en el altar mayor, que está modestísimamente decorado, y á cuyos lados se ostentan en sendos camarines las imágenes de Jesús Nazareno al lado del Evangelio, y de la Verónica al de la Epístola, en cuyo lado se abre la puerta de la sacristía. Descendiendo del presbiterio (que es muy angosto) á la nave central (en cuyo crucero hay dos cuadritos con doreles? y portacandeleros, el de la izquierda de Nuestra Señora de las Tres Avemarías y del Perpetuo Socorro el de la derecha), se encuentra el altar de Santa Rita, con elegante retablo sin estilo definido, delator de la magnificencia? de los Sres. Gómez, y sobre el cual se abre una tribuna enrejada correspondiente á la casa vecina de los señores Zamora Vivancos; el de San Pedro, buena imagen sin retablo; el de Nuestra Señora de los Ángeles, también sin retablo; y el de San Antonio, á los piés de la iglesia y junto á la puerta de la escalera del coro, sin retablo igualmente y con una imagen de este milagroso santo, de lo más sencillo y antiestético posible. En la nave lateral y en los piés de la iglesia, está la capilla del Sagrado Corazón, imagen de hermoso y devoto aspecto, en vistoso altar gótico moderno, estando en esta capilla el baptisterio, y teniendo una puerta secundaria á la calle, y siem-

Fotografía 83: Cala del Moro Santo. 1919. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6.2 x 10,8 cm.
Fotografía 84: Cala del Moro Santo. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,1 x 10,7 cm.
Fotografía 85: Cala del Moro Santo. 1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,6 cm.

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«—Pues nadie tendrá queja de lo bien que lloré a mi marido cuando murió». Una madre, cansada ya, e indudablemente imposibilitada para continuar su incesante y doloroso gemido, tuvo que interrumpirlo, y se creyó en el caso de dirigirse al cadáver de su hija y decirle: «—Hija mía, perdóname, pero por ahora no puedo llorarte más». Por supuesto, los lutos son exageradísimos, produciendo completa clausuración (sic) de puertas y ventanas, y largas encerronas en las casas para las mujeres; y los hombres hasta se creen obligados a usar camisa y alpargatas negras. En cambio, en las casas no se reza ni un Padre Nuestro, como no sea muy en privado, para el alma del difunto.

Acervas censuras merece la educación que se da en el Puerto. Parece que, en tal particular, los padres, ricos o pobres, no saben serlo. Comienzan por hacer a los niños pequeños caricias en sus órganos pudendos, y a hablarles sobre estos; además no se recatan (claro está que todo esto en términos generales) de hablar delante de sus hijos, lo mismo los padres que las madres, con el lenguaje más soez y coprolálico, así que no es de extrañar que mezclen términos obscenos con sus primeras palabras. Y como además gozan niños y niñas de omnímoda libertad para reunirse con quien quieran y corretear por los sitios y las compañías que les plazcan, no es de admirar que pierdan tan pronto la inocencia, que apenas conservan, y se envicien con la masturbación precoz, y aun intenten, entre ellos, coitos naturales y contra natura, aun antes de doblar el segundo lustro de edad. Los padres suelen enviarlos a escuelas públicas o particulares , muchas veces más bien por descansar de ellos que para facilitarles la instrucción; pero si son muy pobres o muy interesados, pronto les interdicen la enseñanza elemental para hacerlos trabajar y que aporten dinero a la casa paterna, pues hay quien cree que los hijos solo sirven para esto (creencia corriente en estos padres) y que son verdaderas fincas para su lucro, y recuerdo a este propósito que hablando con un pescador algo acomodado de un matrimonio que tenía muchos hijos, decía: —Mejor para ellos (los padres), así tienen más gente que les gane dinero. (...)

Fotografía 184: Fábrica de esparto. 1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,6 cm.
Fotografía 185: Fábrica de esparto. 1922. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,1 x 9,9 cm.
Fotografía 186: Fábrica de esparto. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,3 x 9,2 cm.
Fotografía 187: Fábrica del esparto. 1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,8 cm.

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