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Descripción archivística
F. Díaz Con objetos digitales
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(...), lejos de ayudarme con su compañía para que el rompimiento fuese definitivo, estando perfectamente enterados ellos de las cosas y estimando serme convenientísimo el rompimiento, se mantenían retirados, contribuyendo á reconciliaciones que después ellos mismos censuraban agriamente, aunque podían haberlas estorbado de especialidad, y es que á la gente le gusta mucho censurar, pues no quieren prestar ningún género de ayuda en evitación de lo mismo que censuran. Otra prueba del desconocimiento de la mundología es esta: Recibí una carta de un chico, á quien el pasado verano regalé, entre otras cosas, una boquilla de ámbar, en que me dice: «Le agradeceré mucho que me vuelva V. a comprar y me mande otra boquilla como la que me compró en Junio, porque me la pidió mi padre para regalársela á un guardia civil» (hay que tener presente que este chico aspira nada menos que á que me lo traiga á Madrid á mantenerle, vestirle y darle la carrera). Esta carencia de mundología explica que no pueda favorecer á hijos y nietos de ciertas personas, que parece debían tener un especial y presente derecho á mis favores. Y ya que hablaba antes de servilismo concluiré esta materia en la narración del siguiente hecho: el año 1908 me resultaba molestísima la asiduidad de un chico, que deseando mi protección, no me dejaba ni a sol ni a sombra; llegué a negarme á recibirle, y una tarde, estando yo asomado al balcón de mi despacho, llegó él á la puerta, y al decirle el criado, según mis órdenes, que no estaba yo en casa, el individuo en cuestión que me había visto en el balcón, se dirigió a mí desde la plaza, y me dijo: «—Don Agustín, hoy está V. de mal humor, ya volveré cuando V. de bueno». Y en efecto, volvió al día siguiente y los sucesivos como si tal cosa.

En cuanto á diversiones, las ha habido muy cultas en el teatro, tales como varias funciones teatrales, unas representadas por profesionales y otras por aficionados de la localidad, pero estas últimas, así como un bonito certamen literario el año 1919 con aparato de juegos florales, y una velada á propósito de la Previsión Escolar el 1921, suelen ser organizadas por elementos extraños, aunque avecindados en el Puerto. También el pasado verano se obsequió mucho á la colonia escolar de niñas de Murcia que pasó un mes en esta playa, siendo recibida con enorme concurrencia é improcedente entusiasmo, nada espontáneo sino á excitación y por iniciativa de la Comisión que se encargó del cuidado de la colonia, fastidiando bien á las niñas, que no disfrutaron de la antonimia y libertad que edad y delicado estado de salud requerían ni un solo día.

Fotografía 247: Vista general desde El Rihuete. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,1 x 10,8 cm.
Fotografía 248:El Rigüete desde la carretera de Cartagena. 1920. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,2 x 10,5 cm.
Fotografía 249: Vista desde el Rigüete. 1922. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,8 cm.

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Escolar sostenida por los niños de la escuela. Mucho me temo que, sino ha muerto ya á estas fechas, esté casi dando las boqueadas, pues la apatía de los padres, de los hijos y de los llamados á favorecerla así lo hacen temer.

Se han hecho aquí en varios años tentativas para formar partidos de football, deporte tan varonil y que tanto gusta á la juventud en todas partes; pero ni diez partidos se habrán jugado en total, y en el transcurso de seis ó siete años; y desde el año 1919 no se ha vuelto á jugar. Temen estos jóvenes á la fatiga, y no son materia apropiada para ningún deporte, ni aun para los marítimos, como ya he dicho.

Y creemos que basta con lo apuntado para persuadirme de la excita verdad de esa frase, tan usual aquí, aun en boca de los mismos hijos del Puerto: -"Aquí no puede hacerse ni puede durar nada útil". Además de las causas que se desprenden del estudio que ya estoy terminando, hay que añadir una inconstancia y versatilidad asombrosas, sea porque esta gente se cansa de todo, sea por ignorancia de la más rudimentaria noción de la vida, y no hacerse cargo de que, así como las criaturas nacen pequeñitas y por criar, y nunca adultas, del mismo modo todo en este mundo necesita crecer y desarrollarse para que dé los frutos esperados, necesitándose para obtenerlos mucha constancia, trabajo, paciencia y perseverancia. Tal vez en esto influya la inconsistencia del temperamento meridional, siempre ligero y frívolo, pero lo cierto es que en este Puerto es cosa frecuentísima que lo que ayer producía efervescente entusiasmo (no pocas veces exagerado é inoportuno), hoy esté, ú olvidado completamente, ó agriamente combatido por las mismas personas que antes lo favorecían ó alababan con frenesí.

Fotografía 349: Paseo de Cánovas del Castillo. 1917. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 5,9 x 10,6 cm.
Fotografía 350: Casa de Don Pedro García Caparrós. 1922. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 9,5 cm.
Fotografía 351: Casa de Don Pedro García Caparrós. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,7 cm.
Fotografía 352: Hotel de Don Arturo Lafuente. 1922. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,1 x 10,7 cm.
Fotografía 353: Hotel del director de la Compª Metalúrgica. 1922. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,2 x 10,7 cm.

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son muy vagos, así es que no puedo precisar cuanto tiempo duró mi estancia en el Puerto, ni la época fija, aunque si sé que fué en verano. Llegué de Madrid con papá, mamá y el marinero Juan, á quien llamaba yo "el Tete", que era asistente nuestro á pasar una temporada con mis abuelos y mi tía Adela. También estaban en casa mi tío Agustín, con su esposa, mi tía Matilde y sus hijos, mis primos Eduardo (tonto), María y José María, este último de mi edad, que por cierto enfermó con tos ferina (murió en Murcia poco tiempo después) por lo que mis padres supieron á qué me contagiaré yo; lo que motivó que mis abuelos, considerando atinadamente, que era la primera temporada desde mi nacimiento que pasábamos en el Puerto, mientras que la familia de mi tío Agustín veraneaba allí con ellos todos los años, acordaron que esta familia se marchase á Murcia con el niño enfermo para tranquilidad de mis padres y evitar mi contagio. Recuerdo que mi tía Adela estaba convaleciente de una enfermedad, y me entretenía mucho. Era ayudante de Marina Don Pablo Mulet, teniente de navío graduado procedente de la carrera de pilotos, pero persona muy prestigiosa y de toda confianza de mi padre, que le estimaba mucho. Don Juan Antonio Yúfera y García era el cura párroco y Don Juan Gil era torrero. Nada más recuerdo.

x II. Año 1883. x

Con motivo de la muerte de mi abuelo, ocurrida el 23 de Mayo á los 83 aos y teniendo yo 5 años estuvieron papá, mamá y yo en Mazarrón en la casa de mis abuelos y tía Adela. También estaba allí la familia de mi tío Agustín, habiendo nacido entonces mi prima Fuensanta. Recuerdo perfectamente, como desde el año 1882, á mis ancianas tías Bernarda, Cecilia (Sissy, como la llamaba yo posteriormente), Enriqueta y Frasquita, que vivían en Mazarrón en la casa de las dos primeras. La estancia fué de pocos días y no estuvimos en el Puerto.

x 3. Año 1884. x

Tenía yo cerca de 7 años. Por estar gravísima mi abuela con fiebres perniciosas, salimos de Madrid para Cartagena papá, mamá y yo, donde conocí á mi primo Perico García Berisso, niño un año menor que yo. Esto fué el...

Fotografía 371: La Puerta del Sol. 1917. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,2 x 10,6 cm.
Fotografía 372: Puerta del Sol y casa de Don Juan Antonio Serrano. 1920. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,6 cm.
Fotografía 373: Puerta del Sol y calle Mayor. 1920. Firmado a mano por F. Paredes. Tamaño: 5,8 x 10,9 cm. La fotografía está recortada de forma curva en la parte superior.

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25 de agosto. En Cartagena nos esperaba el vapor CARMEN, que fué exclusivamente para llevarnos al Puerto; yendo á un bordo el ayudante de Marina de allí Don Marrín Mulet (que era hijo de Don Pablo, protegido también por mi padre y teniente de navío graduado procedente de pilotos), y Bartolo Oliva, este último iba exclusivamente para tener cuidado de mí. Fué la primera vez que me embarqué. En la casa del Puerto estaban también mis tíos Agustín y Matilde y mis primos Eduardo, María y Fuensanta. Recuerdo haberme embarcado una mañana en la Isla con papá, mis primos en un baile típico del país, dado en honor del papá. Me regaló el cuñado de Mulet dos bonitos barcos. Como mi abuela se puso buena, y había en la provincia casos sospechosos de cólera, estuvimos en el Puerto pocos días, y regresamos á Madrid el 1 ó 2 de Septiembre. Seguía siendo torrero Gil y párroco Yúfera.

x 4. Año 1885. x

Tenía ya cumplidos 7 años. Había muerto el 9 de Enero mi papá; y desde Marzo vivíamos en Murcia mamá y yo. Por declararse el cólera en esta ciudad, salimos de allí para Mazarrón en Junio mamá, mi abuela, tía Adela y la criada Catalina; conociendo entonces en Mazarrón á Juan, Octavio y Nicolás Cano, con quienes jugaba mucho, como con sus hermanas Ángela y Remedios, Ceferino y Manuel Albacete, Lola Gómez, Isabel Martínez y María Bonmatí, como á los hijos de nuestro vecino Andrés Muñoz (a) "Malastrazas", con los que también jugaba mucho. Nos fuimos al Puerto los cuatro, y allí estuvimos hasta primeros de Octubre, siendo esta la primera temporada larga pasada en el Puerto, y continuadas anualmente y sin interrupción hasta la fecha. Me bañé por primera vez. Jugaba principalmente con los hijos de Marta Oliva y Juan Antonio García (Bartolo, Fernando, Juan Antonio y Ana María), Paco Lorente (hijo del cabo de mar Cristóbal), un hijo del llamado Diego el Lotero, Concha (la actual esposa de Miguel Caparrós) y las hijas del ayudante de Marina Don Martín Mulet (Catalina, Isabel y Ángela), dicho Sr. Mulet estaba atentísimo con nosotros, ma-

Fotografía 374: Calle de Mazarrón. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,6 cm.
Fotografía 375: Llegada del automóvil a Cartagena.1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,1 x 10,7 cm.
Fotografía 376: Calle de la Carretera. 1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6 x 10,4 cm.
Fotografía 377: Calle Mayor. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 5,7 x 6,2 cm.

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chicos de años anteriores del Puerto, y los Cano y Albacete. Continuaba con frenético entusiasmo por el mar, barcos y marineros. El 19 de Agosto fuí con el cabo de mar Cristóbal Lorente (pues Manuel Meca ya no está en el Puerto). Sigue de párroco Don Diego Martínez Carlos y de torrero Don Juan Gil. Don Martín Mulet continuaba de ayudante de Marina, pero habiéndose negado á complacer á la Compañía Metalúrgica en el asunto del Gachero, que no quiso autorizar, fué destinado á Castell de Ferro, cosa que sentimos muchísimo nosotros, siendo reemplazado por el teniente de navío Don Adolfo Ravina y Luque, hombre atrabiliario, pero de aristocrático abolengo, y muy mala cabeza. Me di en la temporada 36 baños. El 2 de Septiembre (llorando yo, como antes, al dejar a mi querido Puerto) nos fuimos todos á Mazarrón, donde estuvimos un día en casa de las tías Bernarda y Sissy, y enseguida por Totana á Murcia. Fué una agradable temporada de unos 2 meses.

x 11. Año 1892. x

El día 6 de Julio salimos de Murcia para el Puerto en coche directo por Totana mamá, tía Adela, tía Sissy (que vive ya en Murcia con nosotros por haber muerto la tía Bernarda el 27 de Septiembre del año anterior a los 87 años) y yo, con las criadas Concha y Julia (que ha vuelto a casa). En el Puerto nos sirve también Leonora con su hija María Ureña. Hago, poco más ó menos, la misma vida de los años anteriores, reuniéndome con los chicos de siempre y con otros coetáneos. Cada vez estoy más entusiasmado con el mar, barcos y marineros, por lo mismo que, habiendo terminado en Junio el bachillerato, nos iremos a vivir á Madrid mamá y yo, para seguir una carrera que no será seguramente la de marino, por la oposición de mamá y de mi hermano Pepe; probablemente seré abogado, ¡sea lo que Dios quiera! Pero de todos modos, mis aficiones frustradas influyen muchísimo en mi vida posterior por mil conceptos. Voy a cumplir 15 años, y aunque por la gracia de Dios, soy religioso práctico, no me hacen falta todas las granujerías y pillerías de los chicos de mi edad, de las que hago muchas en esta temporada del Puerto. Mi tía Adela está inconsolable por nuestra próxima partida á Madrid, pues me quiere muchísimo y yo á ella, á quien considero como á una abuela ó segunda madre.

A todos di el gran susto el 13 de Agosto, por caer al suelo...

Fotografía 410: Vista general desde la torre de la Iglesia. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 5,8 x 10,6 cm.
Fotografía 411: Vista general desde la torre de la Iglesia. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,1 x 10,4 cm.
Fotografía 412: Vista general desde la torre de la Iglesia. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 6,1 x 10,6 cm.

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en la playa de 10 á 1 los hombres mayores de 14 años para no molestar á las mugeres (sic), pues efectivamente se hacen el agua cosas nada correctas, pero ellas protestaron y después de graves disgustos la orden quedó sin efecto. Por haber sido trasladado á Ontur, ha dejado de ser cura del Puerto Don Diego Martínez Carlos, y desde este año está en su lugar (desde antes del verano) Don Antonio Álvarez Caparrós. En la temporada me he dado 38 baños; y no ocurrió nada digno de mérito; pasando admirablemente la temporada, como estos años anteriores. En el resto del personal no ha habido alteración. Salimos todos los arriba citados en coche directo del Puerto por Totana para Murcia el 3 de Septiembre.

x 14. Año 1895. x

El día 7 de Julio, y después de descansar un día en la fonda de Patrón en Murcia, salimos mamá y yo para el Puerto, donde nos esperaban las tías Adela y Sissy y los criados Concha, María Ureña y Ángel. Ha hecho la tía Adela una gran obra en la casa del Puerto, obrando en alto el comedor, cocina y despensa y haciendo un inmenso y magnífico terrado. Pasé una temporada muy semejante por todos estilos; y estoy todavía más á mi gusto por el criado Ángel, que es un chico de mi edad, muy simpático...

Fotografía 422: Calle de Ruíz y fachada O. de la casa del autor. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,3 x 10,8 cm.
Fotografía 423: Fachada principal Cs. de la casa del autor. 1917. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 5,9 x 10,7 cm.
Fotografía 424: Patio de la casa del autor. 1918. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,9 x 9,1 cm.
Fotografía 425: Patio de la casa del autor. Firmado a mano por F. Cervantes. Tamaño: 5,8 x 10,4 cm.
Fotografía 426: Patio de la casa del autor. 1917. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 10,3 x 6,3 cm.

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el Puerto. Hubo en Agosto varios festejos, á los que asistí. Me di 17 baños en la temporada. El 3 de Septiembre salimos por Totana en coche directo mamá, tía Adela y yo, con las tres criadas. He pasado muy á gusto esta temporada, de 2 meses. Voy á cumplir 24 años.

x 21. Año 1902. x

El día 7 de Julio salimos de Murcia para el Puerto, por Totana y en coche directo, mamá tía Adela y yo con las criadas Concha, Rosario y Josefa (que ha sustituido á María Ureña, por haberse casado) y el criado Mariano (chico de 15 años, muy honorable y leal, hijo de un labrador de Murcia de la tía Adela). El día 9 me embarqué con Mariano, Juan Antonio (el hijo de Marta) y el botero de Miguel. La familia de Juan Antonio García tiene gran empeño en que utilice para mis embarques las lanchas del SAN JUAN y el CISNE, y en efecto, los días 15,17, 19, 21 y 25 me embarco e ellas con Juan Antonio, su hermano Paco, Mariano y Patricio (grumete del CISNE) y algunas veces Ana María y el hijo del patrón del CASIMIRO. Salgo siempre á paseo con Mariano, y voy mucho al faro, encontrando muy enfermo al torrero Sr. Gil. Sigue de párroco Don Juan Antonio Cayuela, y es ayudante de Marina el teniente de navío H. Alesson. La nota típica de esta temporada es haber trabado conocimiento, casi sin saber cómo, con un simpático grumete de 16 años, en tierra entonces, llamado Ramón Vera y Arjona y apodado el Chonchorro; hablándonos por vez primera el 28 de Julio, á propósito de un carro que volcó en la Muralla. Al bañarme (con Mariano siempre) se nos reúne en el agua el Chinchorro y me voy encariñando con él. También entro en relaciones con otro grumete de 13 años, llamado Antonio Barberá y Vera (a) el Blancores?; y el 31 me embarqué con Paco el de Marta y el grumete del JOVEN MIGUEL. José Sánchez Arjona, de 16 años, y muy simpático también, primo hermano del Chinchorro. El 2 de Agosto me embarqué con Mariano y el botero Miguel, lo que toma á mal la familia de Marta. El 6 de Agosto, y estando yo embarcado con Paco el de Marta y el Lachola, llegó de Madrid á pasar un par de días conmigo mi amigo Pepe Angulo y Jiménez (nieto del marqués de Casa Jiménez) y se embarcó enseguida con nosotros. Con Angulo voy al Casino y al paseo, acompañándonos Paco el de Marta, y el 7 de...

Fotografía 453: Vista general desde la casa del autor. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 5,1 x 10,7 cm.
Fotografía 454: Vista general desde la casa del autor. 1918. Firmado a mano por F. Díaz. . Tamaño: 7,1 x 6,3 cm.
Fotografía 455: Vista general desde la casa del autor. Firmado a mano por F. Díaz. Tamaño: 5,3 x 6,3 cm.
Fotografía 456: Calle de San Vicente. Firmado a mano por F. Soroa. Tamaño: 6,1 x 10,7 cm.

T2 111

...las gatas Bagheera y sus hijas Birotea, Koa y Diamela. Parece que se han dulcificado, como debe ser, las relaciones de Delgado conmigo; estamos sin celebrar el Santo Sacrificio desde el 18 de Julio. Mucho siento? que se haya ausentado el matrimonio Campillo, notable por su agrado y gratitud, á quien visitaba en su casa en el campo hacia el Camino de Balsicas, y ella me obsequiaba mucho. Se han patentizado ahora dos principales defectos de la gente del Puerto: la cobardía (se sienten capaces de destrozar el mundo.. de boquilla; cuando parece que van á venir dos á las manos, es conocida la frase "Sugetadme, que le mato" y (...) ingratitud (pagando con cocer? los beneficios cuando pueden hacerlo á mansalva y tras las más bajunas (...), y una vez recibido el favor sí obsequio se suele pagar con pedradas.

LAS OBSERVACIONES SOBRE LA GENTE DEL PUERTO. No tengo noticia de que en ninguna parte tan exageradamente desarrollado el parentalismo (sic) como en esta región, en tales términos que parece que los parientes (tíos, primos, sobrinos, etc.) son superiores el resto del prójimo, y en cambio la santa amistad casi desconocida. Parientes (y poco próximos) se creen autorizados á corretear, jure propio, por las habitaciones de las casas de sus familiares, en las que no viven, delante de visitas no parentales, á las que hasta se atreven á hacer los honores, olvidándose de que ellos solo son (por muy parientes que sean) otras visitas en tales casas, puesto que en ellas no viven. Oí hace algunos años decir una individua á una patriota no muy cercana:« —Ayer me trageron equivocadamente una carta para ti; pero yo la abrí y la leí, porque para eso somos familia». Hace pocos meses y de propósito de una función benéfica, oí esta enormidad: «—A Fulanita tienen que abrazarla en escena; pero todo se arregla, porque quien la abraza es un primo suyo, y esto ya le parece bien hasta al novio, porque un primo abrazando á una prima no tiene nada de particular». Y también presencié hace algún tiempo que, en broma, un jóven tocaba los órganos pudendos á un primo suyo, y al llamarles yo la atención me contestaron: «—¿Y porqué no hemos de tocarnos lo que queramos, si somos primos?». Tal vez explique este modo de ver las cosas la frase de un padre de aquí: «—¿No es una lástima que un padre no pueda disfrutar de su hija?». Los veranos se ven diarias tertulias en las puertas de las casas de aquí, pero formadas exclusivamente de parientes; lo que aleja á quienes no lo son. Hay aquí quien sostiene que objetos que en absoluto sirven para nada á sus dueños (ni siquiera como recuerdos cariñosos de fallecidos, puesto que tampoco los (...) ser solicitados por quienes los necesitan, pues "se quer- (...) conservar como recuerdo de su padre". Este parenta... hipócrita y exagerado, que tanto (...) á los educa-... en el pie natural, no impide que haya, á pesar de ello, (...) y encarnadas rencillas en las familias; pero no quieren comprender aquí que la amistad, muy superior al parentesco, es perfectamente compatible con él,... que el título de amigo está muy por encima del de simple pariente.

Es también muy de notar la inexperiencia social de esta población, que lleva á cometer enormes groserías á quienes presumen de bien educados. Hace tres años, al notificarme su boda el natural de aquí tal vez más fino y seguramente el más ilustrado, y unido conmigo con bastante trato, me brindé yo á casarle, creyendo lógicamente que con esto le obsequiaba; y, con gran asombro mío, me contestó que "no podía ser, porque habiendo trabajado el cura en hacer el expediente matrimonial, no era justo privarle de hacer la boda" cuando esta persona tiene obligación de saber por su carrera que yo no había de cobrar nada por la boda, y que, según su dicho, solo los párrocos habían de casar. Hace pocos años bauticé á un niño, y después le presenté á la imágen de la Purísima; pues bien, esta presentación extrañó y se criticó por familiares del bautizado (de la créme del Puerto). Al ir á dar un pésame, me enteré de que era la hora en que rezaban el rosario del duelo; me ofrecí á dirigirlo yo, y no me aceptó la proposición porque tenía que dirigirlo un jóven de aquí, de conducta por cierto (...) tormentosa. En casas bastantes distinguidas no se da á los...

Fotografía 885: María Paredes y el autor en 1918. Figura escrito a mano el autor de la fotografía: F. Díaz. Tamaño: 3 x 5,7 cm.
Fotografía 886: El autor en 1924. Figura escrito a mano el autor de la fotografía: F. Díaz. Tamaño: 7 x 5,6 cm. Fotografía recortada de forma irregular.

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